ARQUITECTURA RURAL

ARQUITECTURA RURAL

martes, 29 de enero de 2013

De las muchas veces que estuve en Mones y desde hace muchos años, nunca había visto este reloj, hasta hace unos días. Un vecino de Mones me contó que era el “reloj del agua”, llamado así porque el que era regulaba los turnos de riego de los campesinos con derecho al agua. Los turnos se controlaban por la hora que él marcaba no teniendo valor ninguno la hora que marcaran los relojes particulares. Esos turnos debían ser respetados y aun así había muchas riñas por culpa del agua. Recuerdo , de cuando era niña en el pueblo de mi madre San Paio, cuando le tocaba regar por la noche había que ir con un farol, muchas veces mi abuela salía con aquella pequeña llamita dentro del farol para alumbrar el camino y las zonas de la caldera donde se cortaba el agua y dirigirla a la huerta que había que regar
Recuerdo un cuento, de los muchos que contaban en las lareiras al calor del fuego en las noches oscuras y frías de invierno. Por aquel tiempo no había luz eléctrica y todo se hacía a la luz del candil o del farol cuando había que salir al exterior para ir a la casa de algún vecino o si el turno de riego era nocturno… En uno de aquellos pueblos había un vecino jorobado, a quien durante una semana le había tocado el turno de riego nocturno. La primera noche, cerca del lugar donde tenía su huerta, escuchó voces y risas que lo dejaron muerto de miedo. L a luz del farol era tan escasa que apenas alumbraba dos pasos en el camino. El jorobado pensó en regresar a casa sin regar la huerta, aunque así perdía su turno de riego y eso podría hacer secar su sembrado. Sacando valentía donde no la tenía, continuó el camino hasta llegar al recodo donde tenía que hacer el desvío del agua. Allí las voces se podían escuchar claramente: Lunes, martes y miércoles tres, las voces siempre repetían lo mismo, lunes, martes, miércoles tres… El jorobado no quiso escuchar más y salió corriendo del lugar regresando a su casa muy asustado. A la noche siguiente las mismas risas y las mismas voces diciendo lo mismo: Lunes, martes y miércoles tres… La tercera noche, ya menos asustado, el jorobado se acerco más al lugar de donde salían las voces y ayudado por la claridad de la luna pudo ver como un grupo de brujas bailaban y cantaban, lunes, martes y miércoles tres. Eso sucedió noche tras noche hasta el penúltimo día, sábado y viendo que ya solo le quedaba un día para terminar su turno, decidió ayudar a las brujas en su cantar. Aquella noche, después de poner el agua a su huerta, se acerco al rincón llamado curro donde estaban las brujas cantando Lunes, martes, miércoles tres… Jueves y viernes y sábado seis, cantó el jorobado Las brujas dejaron de cantar y buscaron al intruso, estaban tan contentas por aprender tres días más de la semana que le concedieron un deseo y el jorobado pidió que le quitaran la chepa. Al día siguiente le contó lo sucedido a un amigo, un poco avaro y codicioso. Éste le reprochó que pidiera tan poco, ya que hubiera podido obtener oro y muchas riquezas. Era tal su avaricia que le pidió al amigo le dejara hacer ese último día del turno del agua y así pedir a las brujas su deseo. Aquella noche se acerco al lugar donde le había dicho su amigo que estaban las brujas y espero a que cantaran Lunes, martes y miércoles, tres; jueves y viernes y sábado seis. Y avaricioso añadió todo contento Y domingo siete. Las brujas, que odiaban el domingo, muy enfadas cogieron la chepa que habían quitado al amigo y de un golpe se la pusieron a él en el pecho. Así regreso al pueblo, sin riquezas y con una chepa en el pecho “La avaricia rompe el saco”

lunes, 28 de enero de 2013


domingo, 27 de enero de 2013

Pan artesano

Antigüo horno en Santa María
El horno es una pequeña construcción circular que se utiliza para cocer el pan; su presencia está generalizada en la economía agraria tradicional, bien como propiedad individual, había familias acomodadas que tenían el suyo propio, o comunitario. Recuerdo en el pueblo San Paio-Petín, había uno comunitario. Su huso familiar hace que normalmente esté situado en el interior de la casa- vivienda, casi siempre en un rincón de la cocina, incluso al lado de la lareira, manifestándose por el exterior, donde sobresale con una configuración curva. También puede estar en una dependencia contigua o en una de las paredes de la casa bajo el tejado y en alto, los llamados hornos volados.


Se compone de una cámara de circular llamada capela sobre una base de piedra, construida con losas muy bien trabajadas donde se hace el fuego, el lar, y se cuece el pan. Tiene un hueco llamado boca y el lar se prolonga hacia delante formando una pequeña plataforma llamada  umbreira o escoal  dotada de un agujero por el que cae la ceniza a un recinto inferior llamado  fornalleira o borraleira cuando se limpie.


"La entrada al recinto del horno se produce por la boca, que está hecha con cuidadas piezas de granito, llanadas ucheiras y tranqueiros las laterales y la superior o lumieira consiste en otra pieza que sobresale de la pared formando una visera o alero, llamada  chapilé o bufareira, a veces sobre unas ménsulas bien trabajados, para evitar que las chispas de la lumbre puedan llegar al entramado del piso, o a la cubierta de otros. Esta medida  se hace imprescindible en los hornos comunitarios, ya que muchas veces su  cubierta es de colmo.

La boca, de unas dimensiones medias de 50 x 50 cm, lleva unos rebajes para la puerta que puede ser una losa de piedra en la que, a la hora de cocer se tapan las juntas con una mezcla de   excremento de vaca disuelta en agua o con  una chapa de hierro"


En el exterior para conseguir mejor aislamiento tiene una gruesa pared,en algunos casos lleva los bloques  mezclados vinagre y sal,  carozos de maiz.
L
 
 
Para elaborar la masa  se hace con el fermento o levadura, que era un resto de la masa de la cocción anterior, al que se le añadía  un poco de harina, agua y sal. La masa de la hornada permanecía varias horas en la artesa o en la amasadera, tapada y cerca del calor del propio horno o de la lareira.

 
Cuando las piedras dejan de ser negras y se ponen blancas, el horno ya está caliente para meter el pan, se quitan las brasas con un rodo, se barre y se mete el pan con las palas, al terminar se bendice diciendo una oración: "Medre o pan no forno/ e a gracia de Deus no mundo todo/para ricos e pobres/ e prós labradores/ e morran os malfeitores./ Coa gracia de Deus/ e da Virxen María,/ un painoso e unha Avemaría." Se coloca la puerta de piedra juntándola con excremento de vaca. Pasado dos horas se retira el pan y se pone en una artesa. Finalizada la cocción, se podría meter en el horno caliente manzanas para asar, maiz y leña para secar, para no desperdiciar el calor. Datos sacados de la enciclopedia ( Galicia, las Construcciones de la Arquitectura Popular, Patrimonio etnográfico de Galicia de Manuel Caamaño Suárez)
MANOS ÁSPERAS Tengo las manos ásperas, pero hay pan en mi mesa Tengo las manos ásperas pero hay luz en la casa Tengo las manos ásperas; me honra su aspereza porque así fueron todas las gentes de mi raza. No me avergonzó nunca mi heredada pobreza ni me achicó tampoco la humildad de mi traza: tengo las manos ásperas pero hay vino en la mesa, tengo las manos ásperas pero hay paz en la casa. Mientras los ricos guantes tú las tuyas enfundas yo, por llenarme todo de asperezas fecundas, quisiera veinte manos en lugar de estas dos... pues si pulir un rumbo me dejó tales huellas, después de haber pulido la luz de las estrellas qué ásperas las manos le habrán quedado a Dios. (Emilio C. Tacconi )

 

sábado, 5 de enero de 2013

Edreira

viernes, 4 de enero de 2013

Elementos exteriores

´Los vanos en los muros-Edreira
Los muros llevan unos vanos con el fin de facilitar la entrada al interior de las edificaciones, también pueden ser interiores si las dependencias están en el interior. Los vanos de ventanas o de puertas tienen distinto tamaño segun la función que desempeñen, estan reforzados en todo su perímetro con piedras,granito, pizarra o también madera según el lugar que sea, colocadas por canteros o carpinteros segun el caso

Elementos exteriores