ARQUITECTURA RURAL

ARQUITECTURA RURAL

viernes, 8 de febrero de 2013

"Adeus Edrada?

viernes, 1 de febrero de 2013

Fuentes

                                  La fuente de caño. Se trata de un muro de piedra, de pizarra o de granito del que sale los caños, uno dos y en ocasiones tres, a la salida del manantial. Puede caer el agua libremente en canales de ganito más o menos profundo. En esta foto el agua cae y corre libremente, en otras los depósitos son más profundos, cuadrados y con un pequeño desague por donde dejar salir el agua sobrante, que se canalizara para el riego, si está en medio del pueblo, por medio de pequeñas calderas o canales hechos en la tierra.
 
                                Hay dististintos tipos de fuentes, a la más rudimentaria a las que simplemente se le pone una teja, una piedra o una berza, con la berza también se hacía un baso para poder beber el agua. Otro tipo es mucho más elaborado, como las que se muestran en las siguientes fotos. A estas fuentes de piedra trabajada  se le llama fonte do cabaliño.
 
 
Algunas de las fuentes cuando son de cantería tienen motivos ornamentales, en el frente o en cumbrera: cruces de piedra, imágenes de santos, nombres, caras, animales. Estos hacen referencia a la cristianización para olvidar los cultos que se le hacía al agua en tiempos pasados. También pueden estar dirigidos a la protección o como agradecimiento. Las fuentes siempre fueron puntos para la creencia de leyendas. Según Begoña Bas, en las fuentes, en los ríos en ellas se dice que “ moran os encantos, seres esclavizados polo demo que viven nas augas dende sempre, pois nunca morren, teñen grandes tesouros e a sua teima é que os desencanten para poder vivir entre os Cristián: xigantes, feiticeiras, xancios, xancios, homes-peixes, lavandeiras, son os personaxes de todas as lendas en relación coa auga” (BAS, 1983,168). En el sentimiento popular se cree que son milagrosas, por esa razón se acude a ellas en la noche de San Juan, se coge agua y se le echa flores que se dejaran en el agua toda la noche y a la media noche o antes del amanecer si uno se mira en esa agua , se creían las solteras que verían al hombre que sería su amor. A las fuentes también se le hicieron poemas,




ADIÓS, RÍOS, ADIOS, FONTES CANTARES GALLEGOS, 1863 ROSALÍA DE CASTRO
///  Adiós, ríos; adios, fontes; adios, regatos pequenos; adios, vista dos meus ollos: non sei cando nos veremos. Miña terra, miña terra, terra donde me eu criei, hortiña que quero tanto, figueiriñas que prantei, prados, ríos, arboredas, pinares que move o vento, paxariños piadores, casiña do meu contento, muíño dos castañares, noites craras de luar, campaniñas trimbadoras, da igrexiña do lugar, amoriñas das silveiras que eu lle daba ó meu amor, camiñiños antre o millo, ¡adios, para sempre adios! ¡Adios groria! ¡Adios contento! ¡Deixo a casa onde nacín, deixo a aldea que conozo por un mundo que non vin! Deixo amigos por estraños, deixo a veiga polo mar, deixo, en fin, canto ben quero... ¡Quen pudera non deixar!... Mais son probe e, ¡mal pecado!, a miña terra n'e miña, que hasta lle dan de prestado a beira por que camiña, ó que naceu desdichado. Téñovos, pois, que deixar, hortiña que tanto amei, fogueiriña do meu lar, arboriños que prantei, fontiña do cabañar. Adios, adios, que me vou, herbiñas do camposanto, donde meu pai se enterrou, herbiñas que biquei tanto, terriña que nos criou. Adiós, Virxe da Asunción, branca como un serafín, lévovos no corazón; pedídelle a Dios por min, miña Virxe da Asunción. Xa se oien loxe, moi lonxe, as campanas do Pomar; para min, ¡ai!, coitadiño, nunca máis han de tocar. Xa se oien loxe, máis lonxe Cada balada é un dolor; voume solio, sin arrimo... Miña terra, ¡adios!, ¡adios! ¡Adios tamén, queridiña!... ¡Adios por sempre quizais!... Dígoche este adios chorando desde a beiriña do mar. Non me olvides, queridiña, si morro de soidás... tantas légoas mar adentro... ¡Miña casiña!, ¡meu lar! *********************************************************************************************************************************** ************************************************************************************************************************************* ************************************************************************************************************************************* En castellano, para que los que no entienden el gallego puedan disfrutar de este bello poema de nuestra Rosalía de Castro/////////// Adiós ríos, adiós fuentes; Adiós, arroyos pequeños; Adiós, vista de mis ojos; No se cuando nos veremos. Tierra mía, tierra mía, tierra donde me crié, huertita que quiero tanto, higueritas que planté, prados, ríos, arboledas, pinares que mueve el viento, pajaritos piadores, casita de mi contento, molino de los castañares, noches de clara luna, campanitas timbradoras, de la iglesita del lugar, morriñas de aquellos bosques que yo le daba a mi amor, caminitos entre el trigo, ¡adiós, para siempre adiós!. ¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento! ¡Dejo la casa en que nací, dejo la aldea que conozco por un mundo que no vi! Dejo amigos por extraños, dejo la vega por el mar, dejo todo cuanto quiero... ¡Quién pudiera no dejar...! Mas soy pobre y, ¡Ay pecado! esta mi tierra no es mía, que hasta le dan de prestado el sendero que camina, a quien nació desdichado. Os tengo que dejar, huertita que tanto amé, hogueritas de mi lar, arbolitos que planté, fuentita del cabañar. Adiós, adiós que me voy, hierbitas del camposanto donde enterré a mi padre, hierbitas que besé tanto, tierrita que os crió. Adiós, Virgen de la Asunción, blanca como un serafín: te llevo en el corazón; pídele a Dios por mí, mi Virgen de la Asunción. Ya se oyen lejos, lejos, las campanas de Pomar; para mi, ¡Ay desdichado!, nunca más han de tocar. Ya se oyen lejos, lejos... Cada toque es un dolor; me voy solo, sin consuelo... Tierra mía, ¡adiós, adiós! ¡Adiós también, queridita...! ¡Adiós por siempre quizás...! Te digo adiós llorando desde la orilla del mar: No me olvides, queridita, si muero de soledad... Tantas leguas mar adentro... ¡Mi casita!, ¡mi hogar!