La cocina es siempre un lugar fundamental, muy adecuado para la convivencia familiar. La presencia de dependencias adjetivas, como cobertizos, bodegas, hornos, horreos o molinos, suele ser muy habitual en bastantes casas-vivienda gallegas, para dar sevicio a la unidad familiar agraria y marinera. (Manuel Caamaño Suárez)